Domingo, 18 de Octubre: Manifestación contra la nueva Ley del Aborto. Pasados dos días sacamos dos conclusiones muy claras:
La primera, que los bailes de cifras cada vez que hay una manifestación son ya tan vergonzosos que resultan inadmisibles. Desde 55000 hasta 2.000.000 en esta ocasión. O sea, que en el espacio que unos dicen que hay una persona, los otros dicen que hay más de 36. Decir que resulta ridículo creo que es quedarse corto. Todos los que nos indignamos con estas situaciones, clamábamos para que la tecnología lo solucionara. Pues bien, la tecnología ha aparecido y lo único que ha hecho es encender más la mecha. ¿Por qué? Porque, tanto unos como otros, estaban acostumbrados a inflar sobremanera las manifestaciones a su favor. La empresa responsable de contar 55.316 personas en la manifestación del aborto parece seria, sobre todo por dos cosas: porque usan un sistema y no se dedican a decir un número al bulto como hacen los demás, y porque hace meses, en la fiesta del orgullo -de ideología completamente contraria- dio una cifra de 58.171 personas. No es necesario decir que son muchas menos que las estimadas por los organizadores, nada mas y nada menos que 1.5 millones. Puede que su sistema no sea perfecto y hubiera más manifestantes – 2 millones no-, lo que es seguro es que el uso de estas técnicas, por parte de empresas independientes, es la única forma de acabar con esta burla hacia los ciudadanos, esta política basada en engaños y en el “yo tengo más apoyos”. Los apoyos se tienen que ver en las urnas y no en la manipulación de la información.
La segunda, que la Iglesia -con el omnipresente apoyo de la derecha- no asume la libertad de los ciudadanos a elegir. Se encuentra anclada en un pasado glorioso en el que su palabra era la ley y se hacía y deshacía a su antojo. La nueva ley simplemente da la libertad de elegir. Nadie intenta imponer nada a los antiabortistas, son libres para hacer lo que deseen, nadie les pide que aborten si no quieren. ¿Por qué ellos se empeñan en decidir por los demás? Si el resto de ciudadanos no intentan imponerles sus creencias, ¿por qué ellos quieren imponer las suyas al resto? Es más, ¿cómo puede verse afectada su vida por lo que pasa en la casa de al lado? ¿en que los afecta a ellos que otra persona aborte? Pero bueno, que se puede esperar si es tal su intolerancia que ni admiten los abortos en caso de violación...
En definitiva, una manifestación basada en la intolerancia de unos pocos para asumir el derecho de los demás a decidir sobre sus propias vidas, vidas sobre las cuales -vaya paradoja- ellos sí se creen con el derecho a decidir. Ellos en las de los demás si, nosotros en las nuestras no...
PD. Un calculo sencillo.
2.000.000 de personas / 4 personas por metro cuadrado (lata de sardinas) = 500.000 m2
500.000 m2 = 10000x50 ó 1000x500
No hay nadie más ciego que el que no quiere ver
Foto: EFE/Héctor Font
La primera, que los bailes de cifras cada vez que hay una manifestación son ya tan vergonzosos que resultan inadmisibles. Desde 55000 hasta 2.000.000 en esta ocasión. O sea, que en el espacio que unos dicen que hay una persona, los otros dicen que hay más de 36. Decir que resulta ridículo creo que es quedarse corto. Todos los que nos indignamos con estas situaciones, clamábamos para que la tecnología lo solucionara. Pues bien, la tecnología ha aparecido y lo único que ha hecho es encender más la mecha. ¿Por qué? Porque, tanto unos como otros, estaban acostumbrados a inflar sobremanera las manifestaciones a su favor. La empresa responsable de contar 55.316 personas en la manifestación del aborto parece seria, sobre todo por dos cosas: porque usan un sistema y no se dedican a decir un número al bulto como hacen los demás, y porque hace meses, en la fiesta del orgullo -de ideología completamente contraria- dio una cifra de 58.171 personas. No es necesario decir que son muchas menos que las estimadas por los organizadores, nada mas y nada menos que 1.5 millones. Puede que su sistema no sea perfecto y hubiera más manifestantes – 2 millones no-, lo que es seguro es que el uso de estas técnicas, por parte de empresas independientes, es la única forma de acabar con esta burla hacia los ciudadanos, esta política basada en engaños y en el “yo tengo más apoyos”. Los apoyos se tienen que ver en las urnas y no en la manipulación de la información.
La segunda, que la Iglesia -con el omnipresente apoyo de la derecha- no asume la libertad de los ciudadanos a elegir. Se encuentra anclada en un pasado glorioso en el que su palabra era la ley y se hacía y deshacía a su antojo. La nueva ley simplemente da la libertad de elegir. Nadie intenta imponer nada a los antiabortistas, son libres para hacer lo que deseen, nadie les pide que aborten si no quieren. ¿Por qué ellos se empeñan en decidir por los demás? Si el resto de ciudadanos no intentan imponerles sus creencias, ¿por qué ellos quieren imponer las suyas al resto? Es más, ¿cómo puede verse afectada su vida por lo que pasa en la casa de al lado? ¿en que los afecta a ellos que otra persona aborte? Pero bueno, que se puede esperar si es tal su intolerancia que ni admiten los abortos en caso de violación...
En definitiva, una manifestación basada en la intolerancia de unos pocos para asumir el derecho de los demás a decidir sobre sus propias vidas, vidas sobre las cuales -vaya paradoja- ellos sí se creen con el derecho a decidir. Ellos en las de los demás si, nosotros en las nuestras no...
PD. Un calculo sencillo.
2.000.000 de personas / 4 personas por metro cuadrado (lata de sardinas) = 500.000 m2
500.000 m2 = 10000x50 ó 1000x500
No hay nadie más ciego que el que no quiere ver
Foto: EFE/Héctor Font
Esperemos que hagas los mismos calculos cuando te interese que haya 2 millones de personas en una manifestacion :D
ResponderEliminarLo primero, y antes de nada, darte las gracias por participar, es una novedad muy agradable
ResponderEliminarY lo segundo, no dudes que los cálculos serán los mismos. Los metros seguirán siendo metros y las personas dudo que vayan a aumentar o disminuir considerablemente de volumen.
Además, si te fijas, escribimos: "tanto unos como otros, estaban acostumbrados a inflar sobremanera las manifestaciones a su favor". Creo que está bastante claro que intentamos ser realistas y sinceros.
Un saludo