A la vista de la complejidad que presenta el sistema electoral español y de los muchos mitos que sobre él se cuentan, nos proponemos explicarlo de una forma clara mediante una serie de artículos. Una de esas leyendas se refiere al distinto valor que se otorga a los votos según las circunscripciones.
Una circunscripción es un conjunto de electores (ciudadanos en edad de votar) agrupados generalmente sobre una base territorial, a partir de cuyos votos se procede a la distribución de los escaños. La circunscripción electoral en España es la provincia, salvo en las elecciones europeas en que esta es única. Esto nos lleva a que no se otorgue igual valor a cada sufragio en las distintas circunscripciones. Evidentemente, hay que decidir el nº de escaños que se asigna a cada una de ellas. Esta decisión se basará en criterios de población, fijando una relación entre el nº de electores y cada escaño a elegir, denominada prorrateo electoral.
La ley determina que antes de cada elección debe procederse a asignar un nº de escaños por circunscripción. De los 350 diputados 2 son fijos por provincia, por lo tanto, nos quedan 248. Estos los dividimos entre el nº de electores totales (34.022.325 actualmente) y obtenemos la cuota de reparto (137.186). Los escaños por provincia saldrán de dividir los electores en cada provincia entre la cuota de reparto y coger el nº entero sin decimales. Como es lógico, nos quedarán unos escaños sobrantes, que se adjudican a las fracciones decimales más altas de los cocientes anteriores.
Ejemplo: Asturias: 907.242 / 137.186 = 6.61 || 6 diputados por población + 2 asignados = 8 diputados
Todo esto nos lleva a que en las circunscripciones pequeñas los partidos menores siempre pierden sus votos; los grandes implantados en todo el territorio se ven sobrerrepresentados. Los partidos regionales, al concentrar votos, alcanzan con muchos menos sufragios, tantos o más escaños que algunos nacionales.
Y para finalizar, un cuadro comparativo de Comunidades Autónomas, población y escaños.
Claramente se ve, que Asturias, Cataluña y Madrid son las Comunidades Autónomas en las que un voto vale menos, y Castilla y León, La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla en las que más.
Por lo tanto, mitos como el de que el voto de los catalanes vale más que el del resto, no solo no se sostiene, sino que es al contrario.
En el próximo artículo sobre el sistema electoral explicaremos las fórmulas electorales, centrándonos en la Ley D'Hondt.
NOTA. Evidentemente, si alguien tiene alguna duda al respecto, estaremos encantados de solucionarla. Asimismo, vuestras ideas y opiniones son muy importantes para nosotros
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